Las ultimas madres y crías están todavía pero ya a punto de irse y la gran mayoría de las ballenas se han retirada de la zona desde hace unas semanas, volviendo a la zona austral para alimentarse y empezar con el destete de sus crías.
Ha sido una temporada buenisima con muchisimas ballenas. Hablan de mas que 400 crías y la presencia de alrededor de 1,500 ejemplares en su edad reproductiva. El índice de mortalidad ha sido menor que lo normal y las ultimas madres se encuentran bien gordas todavía, asegurando que su ballenatos se va de aquí con el tamaño necesario para el largo viaje a la zona austral y una nueva etapa de aprendizaje.
Mas allá de los buenos números y hermosos avistajes, ha sido una temporada marcada por la buena onda laboral. Con la paciencia y aguante de mi capitán hemos logrado ser un equipo unido, con cada uno cumpliendo con sus funciones abordo y
También ha sido una temporada con un publico mucho mas interesado, atento y dispuesto a emocionarse con esa belleza natural única que nos rodea en Península. De los muchos grupos estudiantiles que vinieron a navegar, un gran porcentaje llegaban ya estimulados por los estudios previos y con ganas de poder entender lo que habían aprendido ahora teniendo las ballenas enfrente de sus ojos.
El tiempo obliga a todo ser vivo evolucionarse, es un inevitable proceso que nos hace mejor adaptado al medio que ocupamos o nos hace extinguir. Doy gracias a mis compañeros por obligarme evolucionar, a través de tantas temporadas juntos, para ser un mejor compañero. Doy gracias a las ballenas por ayudarme recordar de que no soy importante y doy gracias al universo por ofrecerme esta vida tan privilegiada.
Ahora la temporada de verano y los meses de otoño traerán sus aventuras, pero estaríamos siempre atentos para el pronto regreso de las Gordas de Valdés.
Hasta Pronto!
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